Dice la canción

Pizzigatos de Love Of Lesbian

album

La noche eterna. Los días no vividos

23 de mayo de 2012

Significado de Pizzigatos

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La canción "Pizzigatos" de Love of Lesbian, incluida en su álbum "La noche eterna. Los días no vividos", es un claro ejemplo del talento narrativo de la banda catalana, que ha sabido combinar melodía y lírica para construir historias cargadas de emoción e ironía. La pieza musical trabaja con la figura de un gato llamado Bala, un personaje que a primera vista puede parecer trivial, pero que se convierte en el vehículo perfecto para explorar temas universales como el amor, la infidelidad y la búsqueda personal.

Desde el inicio, se establece un ambiente urbano y desenfadado a través de las descripciones del gato: "Era un gato muy siamés, le llamaban Bala". Este detalle parece una simple introducción a la historia; sin embargo, sirve como metáfora de una vida despreocupada en contraste con lo que representa su relación con su novia angora blanca. A medida que avanza la letra, los viajes del protagonista por ciudades como Londres o Buenos Aires refuerzan su deseo de libertad y autoexploración, aunque esta escapatoria venga acompañada por la culpabilidad y el remordimiento por haber dejado atrás a su pareja.

El diálogo entre Bala y su novia revela una tensión emocional significativa. Ella quiere saber sobre su ausencia y lo recibe con reproches al tiempo que expresa el dolor de estar 'a sus pies’. Este intercambio pone de manifiesto la dinámica compleja en las relaciones amorosas donde el amor se encuentra entrelazado con expectativas incumplidas. La repetición de “Hasta que no cambies” enfatiza esa desesperación por parte del personaje femenino, haciendo eco de cómo muchas relaciones pueden convertirse en ciencia ficción cuando los cambios necesarios no se producen.

Los viajes mencionados también tienen una carga simbólica importante. En diferentes localidades –“en todos esos cielos brilla igual nuestra luna llena”– hay un intento implícito de regresar siempre al lugar donde se siente amado y aceptado; esto contrasta con los aprendizajes adquiridos fuera del entorno conocido. La conclusión final de Bala resuena profundamente: “tú sigues siendo la mejor”. Este verso encapsula tanto compromiso como resignación; si bien hay admiración hacia su pareja, también hay cobardía al no abordar verdaderamente los problemas existentes.

El tema del baile presente en la letra añade otra capa al significado general. La frase “cada pena y aflicción pueden curarse bailando” actúa casi como un consejo universal sobre cómo afrontar las adversidades personales. El baile representa una forma de liberarse emotivamente; mismo sentido que tienen las diferentes formas musicales (tango, ranchera o charlestón), sugiriendo que a pesar del dolor o las separaciones permanentes podemos encontrar consuelo en el arte.

En cuanto a curiosidades sobre "Pizzigatos", esta canción ha sido bien recibida tanto crítica como comercialmente dentro del ámbito indie rock español. Su habilidad para combinar letras ingeniosas con melodías pegajosas ha hecho eco entre muchas generaciones. Además, Love of Lesbian es conocido por sus actuaciones cargadas de energía y emocionalidad intensa durante conciertos, lo cual ha ayudado a reforzar este clásico contemporáneo.

En resumen, "Pizzigatos" es más que una sencilla historia sobre un gato; es una profunda reflexión sobre el amor moderno envuelta en humor e ironía, marcada por el deseo humano eterno de conectar mientras navegamos por nuestras propias inseguridades e inquietudes emocionales. La capacidad narrativa única del grupo logra convertir situaciones personales cotidianas en relatos universales llenos significado y magia poética.

Interpretación del significado de la letra realizada con IA.

Era un gato muy siamés, le llamaban Bala.
Urbanita, vago y cortés. Y un collar de gala.
Un buen día le dio por andar.
Se largó de su barrio y tardó un año en regresar.

Tenía el gato novia formal, una angora blanca.
Le pidió un abrazo y perdón. Estaba tan airada…
“Hijo de chucho pequinés, dime dónde has estado.
Me tenías aquí a tus pies”

“Estuve en Londres, Buenos Aires, México,
me bañé en el Sena, y sí, vuelvo con la conclusión:
en todos esos cielos brilla igual nuestra luna llena,
y tú sigues siendo la mejor.”

“Hasta que no cambies, lo nuestro será ciencia ficción.
Hasta que no cambies, no dejaré que pases, hoy no.
Deja de mirarme, no sé cómo lo haces, por Dios.
Pero te mueves bien, lo voy a reconocer.”

“En amplias avenidas busqué tu felina sombra.
Creía verte en cada arcén o dentro de furgonas.”
Bala dijo: “Ya está bien, ¡basta ya de arañazos!
Sigo estando aquí a tus pies.”

En Londres, Buenos Aires, México,
cada pena y aflicción pueden curarse bailando.
Tango, una ranchera o un charlestón,
todo se olvida bailando.
Es como volver a nacer.

“Hasta que no cambies, lo nuestro será ciencia ficción.
Hasta que no cambies, no dejaré que pases, hoy no.
Deja de mirarme, no sé cómo lo haces, por Dios
Pero te mueves bien, lo voy a reconocer.”

Allí en medio de un tejado, en un cortejo hasta el amanecer,
la volteó del revés.
Y una raspa de pescado fue el teclado del señor Ciempiés.
Ella ha caído otra vez.

“Da igual que no cambies, estamos destinados, tú y yo.”

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