"Ausentes presentes" de Miss Caffeina es una canción que ofrece una profunda reflexión sobre la pérdida, la memoria y el paso del tiempo. Publicada en el álbum "Oh Long Johnson", lanzado en 2019, esta pieza se inscribe dentro del género pop rock, caracterizado por su fusión de melodías pegajosas con una instrumentación energizante.
La letra comienza evocando un ciclo interminable: "Gira el mundo un día más". Esta expresión resuena con la rutina cotidiana y la idea de que, a pesar de los cambios personales o emocionales, el tiempo sigue su curso sin detenerse. La mención de “los que se creían invencibles” sugiere una crítica sutil a esa confianza excesiva en la juventud o en momentos de felicidad desbordante, que a menudo nos hace olvidar nuestra vulnerabilidad.
La canción rápidamente introduce un dolor palpable, marcado por la ausencia de alguien querido. Las palabras “Parece que ahora hay que estar preparados para escucharte hablar en un cassette” revelan cómo los recuerdos cobran vida a través de objetos nostálgicos, como grabaciones viejas. Este detalle destaca no solo el deseo de conexión con lo perdido, sino también cómo podemos aferrarnos al pasado aunque este rigido y distante. La memoria se convierte así en un espacio donde conviven los ecos del ser querido que ya no está físicamente presente.
El enfoque lírico continua desarrollándose al abordar la transformación del tiempo sobre las relaciones. En cada verso se siente la tristeza creciente cuando menciona los "días que vuelves son diferentes", indicando cómo el reencuentro con alguien ausente nunca puede ser igual al recuerdo inicial; esos momentos se convierten en “refugios breves” cada vez más efímeros. Aquí reside uno de los mensajes más poderosos: a pesar del anhelo y las ganas de volver a sentir lo que se perdió, hay consciencia de que esos instantes pueden ser desvanecedores y fugaces.
La repetición del mantra “Ese es mi dolor” resuena como un eco emocional devastador pero liberador. Hacer visible ese sufrimiento parece ser parte del proceso terapéutico ante la ausencia; al nombrarlo y repetirlo, quizás también se busca reconciliarse con esa falta. Se presenta una dualidad en esta lucha interna entre el deseo y el olvido: “Tiempo, veneno y antídoto”. Aquí es donde se manifiesta una ironía envolvente; aunque el tiempo tiene la capacidad de curar heridas (antídoto), también puede resultar corrosivo (veneno) si esas memorias persisten sin poder soltar.
En términos curiosos sobre la creación de esta obra musical, Miss Caffeina ha sabido cultivar un sonido único dentro del panorama español contemporáneo. La producción refleja tanto las instalaciones melódicas como emocionales necesarias para transmitir efectivamente ese sentido profundo de nostalgia mezclada con aceptación. Su recepcion crítica ha sido generalmente positiva; los críticos elogian su habilidad para combinar letras introspectivas con ritmos pegajosos, creando así un impacto emotivo inmediato en sus oyentes.
En consonancia con su título "Ausentes presentes", Miss Caffeina nos desafía a confrontar nuestra relación con aquellos que hemos perdido y cómo permanecen vivos a través del recuerdo. A través de imágenes evocadoras y reflexiones sinceras sobre lutos pasados e inevitables transformaciones personales, esta canción lleva a cada oyente a considerar sus propias ausencias y conexiones perdidas, haciendo eco no solo por su dolor sino también por su belleza intrínseca al aceptar lo inevitable del paso del tiempo.