Mañana porteña en Madrid de Ismael Serrano
"Mañana porteña en Madrid" es una canción del cantautor Ismael Serrano, incluida en su álbum "Todo Empieza Y Todo Acaba En Ti". La canción fue publicada el 7 de mayo de 2012.
La letra de la canción narra la historia de un hombre que se encuentra en un autobús en Madrid y empieza a hablar sobre su vida en Buenos Aires, mencionando lugares y momentos significativos de su pasado. Habla sobre las dificultades que enfrentaba en Argentina, la crisis económica y la incertidumbre. Sin embargo, optimista, menciona que las cosas están mejorando en España, donde tiene un buen trabajo y espera arreglar sus papeles para traer a su familia. El narrador reflexiona sobre las leyes contra los viajeros y ruega por la protección de este hombre desconocido.
El significado profundo de la canción radica en la experiencia migratoria y las luchas internas tanto personales como sociales. Se aborda el tema de la esperanza y la adaptación a nuevas realidades, así como el anhelo por un lugar seguro y acogedor. La ironía se presenta al contrastar la aparente estabilidad del presente con los recuerdos dolorosos del pasado del protagonista.
Ismael Serrano logra transmitir emociones complejas a través de sus letras, abordando temas sociales con sensibilidad. Esta canción refleja también un sentido de solidaridad hacia aquellos que luchan por una vida mejor lejos de sus países de origen.
Un dato curioso sobre esta canción es que Ismael Serrano es conocido por su compromiso social en sus composiciones, lo cual se evidencia en esta pieza dedicada a los inmigrantes y sus experiencias. La recepción crítica ha sido positiva destacando su habilidad para conectar con las emociones del público a través de historias profundas e íntimas.
En resumen, "Mañana porteña en Madrid" es una canción emotiva que aborda temas universales como la migración, la esperanza y la búsqueda de un hogar. Ismael Serrano logra capturar la complejidad emocional de sus personajes a través de una narrativa cuidadosamente construida.
Letra de Mañana porteña en Madrid
Todos los días lo encontraba
en el mismo autobús, el mismo viaje.
Le oía platicar y nos hablaba
de las calles de Boedo en Buenos Aires.
Tardes de truco y los amigos,
los pibes, la vieja y esas noches
de diciembre en el portal de cada casa.
Y era todo tan suave como un roce.
Su soliloquio oíamos, entre paradas,
y Argentina, despacito, se colaba
en la mañana fría y los viajeros
sonreían escuchando sus palabras.
Nos hablaba del temor y la miseria,
de la crisis que ennegrece estos días
y recordaba antes de que todo estallara:
él tuvo planes, futuro, toda una vida.
Y el autobús callaba y de repente
habitábamos todos un colectivo
recorriendo, cansado, Buenos Aires,
por las calles de un Madrid lleno de frío.
Ahora, decía, estaba bárbaro:
tenía un buen laburo y ya su jefe
le había prometido que muy pronto
le arreglaría todos los papeles.
Y muy pronto los pibes y la vieja
se vendrían acá. Todo se arregla.
“Cuestión de confianza”, nos decía.
El futuro ha de venir en primavera.
Y me parece oír un dulce tango,
y no sé si eres vos o si sos tú,
entre el yira o tal vez la última curda,
tenés el corazón mirando al sur.
Cada mañana nos toca leer
nuevas leyes contra el viajero que llega.
Entonces pienso en él. Ruego a los dioses
que guarden su camino y lo protejan.
No lo hemos vuelto a ver. Hará
tres meses desde el tiempo en que decía
que se sentía tan bien acá en España...
igual que si estuviera en su Argentina.
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