La canción "Víctima" del artista Dvice es un single de reggaeton que se lanzó en febrero de 2015. A través de su letra, la canción explora la complejidad de las relaciones amorosas y el tormento emocional experimentado por ambos protagonistas tras una separación. La historia se cuenta desde la perspectiva de alguien que siente la falta de su pareja, esperando ansiosamente una llamada que nunca llega. Esta espera se convierte en un símbolo del anhelo y el desamor.
Desde el inicio, el protagonista establece su deseo por recuperar lo que tenían, reconociendo que él es "el dueño de ese corazón" que aún late por ella. Este reclamo inicial destaca no solo la posesividad sino también una profunda conexión emocional; hay un reconocimiento del dolor compartido en un amor que fue significativo.
El estribillo repite el mensaje central: “No te hagas la víctima”. Aquí se presenta una ironía sutil, ya que mientras uno llama a la otra persona a no hacerse pasar por víctima del fracaso amoroso, implícitamente está reconociendo su propio sufrimiento. Ambos desean volver a estar juntos, lo cual revela una dualidad en los sentimientos: aunque hay orgullo y rencor presente —una maldad subyacente— también existe un deseo profundo de reconciliación.
A medida que avanza la letra, se introduce el concepto del tiempo pasando y cómo ese paso afecta tanto al narrador como a su expareja. El uso de frases como “nos morimos con las ganas de vernos” intensifica esta sensación de urgencia; hay un reconocimiento claro de que los dos están atrapados en sus propios deseos y emociones reprimidas. La idea aquí puede verse como un reflejo común en muchas relaciones modernas donde los egos y las inseguridades impiden avanzar hacia la intimidad emocional genuina.
Dvice invita a su ex pareja a dejar atrás el orgullo, sugiriendo que este obstáculo es responsable del distanciamiento entre ambos. Aunque parece haber sido suficiente amor entre ellos para recordarlo con intensidad ("He tenido mil amores y ninguna como tú"), este amor también ha quedado aderezado con sufrimiento y malos entendidos.
Un aspecto interesante sobre "Víctima" es cómo combina ritmos pegajosos típicos del reggaeton con letras profundamente sentimentales; algo muy característico del género pero quizás poco explorado en otras canciones populares del momento. Este enfoque da lugar a una experiencia auditiva impactante donde la música invita al movimiento mientras las letras abordan temas pesados emocionales.
En términos de recepción crítica, aunque no tengo datos específicos sobre premios o reconocimientos para esta canción, "Víctima" ha resonado con muchos oyentes por su honestidad lírica y evocadora melodía. El tema universal del amor perdido siempre encuentra eco entre quienes han experimentado desamor o pérdida emocional.
Finalmente, “Víctima” no solo aborda uno de los elementos más constantes e invariables de las relaciones humanas –el anhelo– sino también la lucha interna entre el deseo auténtico y el orgullo dañino. Con esto logra conectar a nivel emocional mostrando cuán complicada puede ser una relación cuando ambos lados luchan contra sus propios demonios internos pero al mismo tiempo desean recuperar esa chispa perdida.