Dice la canción

Los divinos de Andrés Calamaro

album

Los divinos

11 de diciembre de 2011

Significado de Los divinos

collapse icon

“Los divinos”, interpretada por el renombrado cantautor argentino Andrés Calamaro, se encuentra en su álbum del mismo nombre. Esta canción destaca por la riqueza de sus letras, que sintetizan una visión crítica y a la vez introspectiva de la realidad contemporánea. A lo largo de la canción, Calamaro aborda temas como la soledad, el paso del tiempo y la desilusión en un contexto urbano.

La letra comienza con una imagen poderosa: “Cuando un cántaro se rompe y no hay monedas en la fuente”. Esta metáfora inicial evoca una sensación de pérdida y vacío; el cántaro roto representa las esperanzas o sueños que no se concretan. La falta de monedas sugiere que las expectativas materiales también han fracasado. Este es solo el comienzo de un recorrido emocional que explora cómo enfrentarse a la vida cuando ya no existe esa indiferencia inicial hacia los problemas cotidianos.

A medida que avanza la canción, se repite varias veces la afirmación “no existen los destinos, ni siquiera los divinos”. Aquí se presenta una idea radical: nuestra existencia parece carecer de propósito o guía trascendental. Esto puede interpretarse como una crítica a las creencias sociales y las promesas del éxito; sin embargo, al mismo tiempo relaja este peso al poner en juego el destino humano como algo más fluido y construido a partir de nuestras decisiones personales. Los "metales" desafinados podrían simbolizar tanto los instrumentos musicales como las propias aspiraciones humanas desalentadas.

El ciclo repetitivo de “hoy es hoy, ayer fue hoy ayer” refuerza esta noción del presente constante donde el tiempo pierde su significado lineal. Este latido existencial opera en un marco anecdótico donde cada día parece repetirse sin aportes significativos; queda claro que lo cotidiano puede ser monótono y carente de relevancia emocional mientras todos permanecen ajenos —“la ciudad se queda sola y nadie me da bola”— reflejando así el desconcierto frente a un entorno urbano impersonal.

Dentro del contexto musical donde Calamaro opera típicamente por influencia del rock argentino y folk latinoamericano, “Los divinos” logra resaltar su estilo distintivo combinando elementos melódicos simples con lírica profunda. La elección precisa de palabras genera resonancias poéticas aunque con cierto tono irónico; incluso habla sobre estar “acostado, sin aire acondicionado”, revelando así una especie de resignación ante condiciones precarias pero comunes de vida urbana moderna.

En cuanto a datos curiosos sobre esta pieza musical, podemos notar cómo refleja ciertas vivencias personales de Calamaro en sus años más recientes al momento de publicación en diciembre de 2011. Su creación tuvo lugar durante un periodo complicado para él respecto a su carrera artística y su percepción personal sobre lo efímero del éxito ya tratado antes en otros trabajos.

Es innegable que "Los divinos" invita a reflexionar sobre cuestiones profundas acerca del ser humano atrapado entre lo mundano y lo idealista. En resumen, Calamaro pinta con habilidad sonidos urbanos reflejados mediante versos agudos llenos ironía abordando vacíos personales e instancias compartidas globalmente; es esa mezcla entre experiencia individualizada e interrogantes universales lo que otorga carácter atemporal a su obra.

Interpretación del significado de la letra realizada con IA.

Cuando un cántaro se rompe y no hay monedas en la fuente,
cuando uno se despierta y ya no es indiferente.

Y no existen los destinos, ni siquiera los divinos,
desafinan los metales, sin principios ni finales,
la ciudad se queda sola y nadie me da bola

Hoy es hoy, ayer fue hoy ayer,
hoy es hoy, ayer fue hoy ayer,
cuando te quedas adentro, mientras se derrite el centro,
siempre hay alguien acostado, sin aire acondicionado.

Y no existen los relojes, el verano esta caliente,
desafinan los pianos, como todos los veranos,
la ciudad se queda sola y nadie me da bola.

Hoy es hoy, ayer fue hoy ayer,
hoy es hoy, ayer fue hoy ayer,
hoy es hoy, ayer fue hoy ayer.

Y no existen los destinos, ni siquiera los divinos,
desafinan los metales, sin principios ni finales,
la ciudad se queda sola y nadie me da bola.

Hoy es hoy, ayer fue hoy ayer,
hoy es hoy, ayer fue hoy ayer,
hoy es hoy, ayer fue hoy ayer...
Pero nadie nadie nadie me da bola.
Hoy es hoy...

0

0